Racing C. Ferrol 1-2 Cádiz C.F.; triste final para el peor Racing de la temporada

Lance del encuentro entre Racing y Cádiz. Foto: Raúl Lomba (cedida).

Prisionero de su propia trampa el equipo de Miguel A. Tena mostró hoy sobre el césped de A Malata una pobre imagen que deja al descubierto las miserias de un equipo que una vez llegó a la cima inició una bajada titubeante y acabó por rodar cuesta abajo y sin frenos hasta la tierra de las mantecadas en la última jornada.
Las oportunidades para los jóvenes son escasas y no seré yo el que las niegue pero nadie podía presagiar que aquél líder sólido y brillante durante 30 jornadas acabaría por fiar su suerte a un canterano jugador del filial de nombre Carlos López en el partido decisivo del play off. Y bien pudo cambiar el rumbo del partido el chaval aresano de acertar en su única ocasión, pero la pegó cerca del palo y la bola no entró.

Así las cosas el Cádiz  vio como los ferrolanos atinaban más a entregarles el balón que a combinar con el compañero. Al punto tal que error tras error los locales se encontraron con dos goles en su contra en apenas veintitantos minutos de juego. Digo mal, fue el Cádiz el se encontró con dos goles a favor porque los verdes regalaron balón tras balón como antesala del primero y el colmo de la indecisión les regalaba el segundo.

Forte al banquillo fue la decisión de Tena para intentar la remontada, no gustó el cambio en la grada y tampoco al jugador que abandonó el campo jurando en arameo.

Como mientras hay vida hay esperanza, el Racing lo intentó pero con pocos recursos y sin más empuje que el de la agonía de ver pasar los minutos sin atisbo de mejoría. Joselu pescó un balón suelto dentro del área mediada la segunda mitad y de fuerte disparo colocó el esférico en la red. A Malata vio la luz al final del túnel pero no la del sol si no la de una pequeña llama que terminó por apagarse con la expulsión de Churre por doble amarilla. Cádiz es famoso por sus chirigotas y la guasa de sus comparsas. Los amarillos hicieron honor y de guasa fue verlos por el suelo a cada amago de entrada por parte de los verdes, solo les faltó trasladar al campo la enfermería del carnaval. Todo vale para conseguir el objetivo y los gaditanos lo tenían claro clarito.

Al final Tena deshizo su cambio y Carlos dejo su puesto a Golobart como súper héroe salvador y balones a la olla. Esta vez no fue solución para un Racing que naufragó navegando sin rumbo en este triste final de temporada. Tras el pitido final Tena juntó a los suyos que le arroparon en círculo con la afición dividida entre el aplauso y el abandono del campo antes del final.
Algo se cuece por dentro en las tripas de A Malata, ya sin Tena que anunció su marcha nada más terminar  el encuentro y con la desgracia presente por desgracia en la familia Silveira.






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