El Real Murcia volvió a demostrar su cara más amarga frente al Villanovense y vuelve a poner en duda los planteamientos ofensivos de su entrenador, Jose Manuel Aira. La tarde comenzaba con buen pie, bajo una cortina de nubes y un sol que no se asomaba, tras el gol de Arturo a los cinco minutos. El gol fue coreado por una diminuta asistencia de público, la peor en la historia de Nueva Condomina con poco más de tres mil espectadores. La afición predecía una goleada por el ritmo que mostraba el equipo pero lo que no sabía es que acabaría tirándose de los pelos por el mal juego de los suyos. Tras el gol y unos minutos de dominio, el Real Murcia se fue apagando y perdiendo protagonismo. Los visitantes aprovecharon la poca iniciativa grana y cogieron las riendas del partido. El Villanovense se acercaba a la meta defendida por Fernando y dejaba en evidencia a la frágil defensa, formada en su zaga central por Satrústegi y Jaume. Antes de llegar al descanso, el Villanovense lanzó su golpe más anímico y puso el empate en el marcador, tras un fallo defensivo. Desde ese momento, nunca volvimos a saber del equipo grana, que veía como un equipo humilde y creado con el objetivo de la salvación, no se arrugaba y seguía buscando un gol que le bastara para llevarse la victoria. Los grana no acertaba en el pase y siempre llegaban más tarde que su rival, el entrenador se limitaba a ver desde la banda como su equipo no daba la cara y sus brazos cruzados eran incapaces de moverse. La afición sufría un castigo innecesario y sus rostros de preocupación se multiplicaban en número con el paso de los minutos. Aira, a la desesperada, hizo todos los cambios posibles. Unos cambios que fueron pitados por el público, ya que su jugador estelar en la tarde de ayer, Arturo, abandonaba el campo para no volver a jugar más. Aira ponía más leña en el fuego pero el equipo seguía igual de nervioso. Daba la sensación desde la grada que faltaba un líder en el campo, y es que si analizamos el equipo no hay ningún jugador que tenga la veteranía y el empaque suficiente para transmitir un nivel de motivación necesario. El año pasado, el Real Murcia contaba con Jose Luis Acciari, líder dentro y fuera del campo, este año ni el entrenador ni los jugadores cuentan con ese apoyo emocional y se muestran blandos, sobre todo en defensa. El árbitro pitó el final y la afición respondió de la misma forma a sus jugadores y a un entrenador que salió corriendo, sin mirar atrás, por el túnel de vestuarios. Merecida mención al Villanovense, que planteó un partido muy ordenado y con unas ideas claras, anular y desesperar a todo un Real Murcia.
XI Real Murcia: Fernando, Pumar, Eneko Satrústegi, Jaume, José Ruiz, Armando, Rafael de Vicente, Isi, Javi López, Arturo y Carlos Álvarez.
XI Villanovense: Fuentes, Trinidad, Tapia, Cubi, Javi Sánchez, Pajuelo, Anxo, Curro, Juanjo, Andújar y Juan Garrido.
Goles: 1-0 Arturo (min 5), 1-1 Juan (min 43)
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