A las 14:00 horas del sábado saltaba la sorpresa en Mérida, cuando el club romano anunciaba la destitución de Ángel Alcázar, entrenador emeritense desde el inicio de la temporada pasada y que había conseguido devolver al equipo a la 2ª División B.
Si bien el míster llevaba varias semanas siendo cuestionado por la afición, coincidiendo con la prolongada racha de resultados negativos (una sola victoria en las últimas doce jornadas), nadie en la capital extremeña esperaba este repentino desenlace. Una semana después de un buen encuentro ante el Sevilla Atlético y sin partidos a la vista hasta el 3 de enero nada hacía sospechar esta noticia, y ni el propio Alcázar lo esperaba.
Desde el club se afirma que lejos de cualquier suceso extraño, esta destitución busca un cambio en la marcha del equipo. Sin embargo, en la mediodía emeritense se sucedían los inevitables rumores y las quinielas con el nombre del nuevo ocupante del banquillo del Romano. A última hora de la tarde el Mérida anunciaba de forma oficial la contratación del vigués Antonio Fernández, cuyo último equipo fue el Coruxo.
El nuevo entrenador del Mérida cuenta con una dilatada experiencia como jugador en el Celta de Vigo y aún mas como entrenador, con 12 temporadas en 2ª B y una en 2ª División.
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